Es posiblemente el mayor desafío que enfrenta nuestro país
hoy en día.Ante un panorama de degradación ambiental poco alentador y
con situaciones tales como la escasez del agua, la pérdida de la biodiversidad,
de los bosques y las selvas, y la contaminación, entre muchos otros problemas,
se hace evidente la necesidad de lograr una ciudadanía que tenga las
competencias para enfrentar estos retos y encontrar soluciones.
Hoy en día es notable el avance del conocimiento científico
y el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación,
mismo que permite conocer la situación que prevalece en todo el planeta casi de
manera instantánea.
El Centro de Educación y Capacitación
para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu) de la Semarnat
Se dio a la tarea de trabajar coordinadamente, con las
distintas instancias de todos los ámbitos, para tejer el entramado necesario
que permitiera la construcción de una política de estado que sustente y
enmarque los programas y las acciones de educación para la sustentabilidad en
todo el país.
Este trabajo ha implicado seis años de labor (2000-2006), y
los resultados son los Planes estatales de educación ambiental, capacitación
para el desarrollo sustentable y comunicación educativa, el Programa Ambiental
para la Juventud (PAJ), los programas ambientales en las instituciones de
educación superior, así como numerosas sinergias con otras secretarías de
Estado, tanto federales como estatales, instituciones, organizaciones no
gubernamentales, empresas e individuos preocupados y comprometidos con la
educación ambiental.
Así mismo, el inicio del Decenio de las Naciones Unidas para
la Educación con miras al Desarrollo Sostenible (2005-2014) encargado a la
UNESCO para su ejecución, brinda una oportunidad renovada para poner a la
educación para la sustentabilidad como eje de las políticas públicas de manera
transversal, intención que ha sido plasmada en el Compromiso Nacional de la
Década de la Educación para el Desarrollo Sustentable, suscrito en México el 11
de marzo de 2005 por actores estratégicos de distintos sectores.
Ambas iniciativas han conformado las condiciones
institucionales necesarias para abordar la construcción de la presente
Estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad en México, la cual es
un instrumento construido colectivamente y presenta un análisis de los avances,
pendientes y propone las líneas de acción que habrán de establecerse para ubicarla
en el papel relevante que se requiere como gestora de la sustentabilidad del
país en un horizonte de mediano plazo, y que consolide el trabajo realizado y
la experiencia adquirida por cientos de educadores ambientales en instituciones
más sólidas, con financiamiento, de mayor relevancia política en el campo de la
educación ambiental y acciones contundentes que se reflejen en una cultura
ambiental de la población.
Centro de Educación y Capacitación para
el Desarrollo Sustentable (Cecadesu), y la Secretaría de Educación Pública
(SEP). Estas instancias del gobierno federal han impulsado el Compromiso
Nacional por la Década de la Educación para el Desarrollo Sustentable, el cual
ha sido suscrito por el Presidente de la República y por múltiples representantes
de diversos sectores de la vida política, económica, social, educativa y
cultural de México.
Educación ambiental para la
sustentabilidad: consideraciones conceptuales y prácticas para su futuro.
Este apartado se incluye
algunos conceptos que enmarcan a la presente Estrategia de educación ambiental
para la sustentabilidad en México.
El
desarrollo y la crisis ambiental
Los patrones actuales de
producción y consumo son insostenibles y han tenido como consecuencia la
profundización y ampliación de la pobreza y la destrucción de los ecosistemas.
La tendencia que ha llevado
a igualar desarrollo con crecimiento cuantitativo generó que los gobiernos
nacionales tomaran al mundo como un escenario de lucha económica, donde los
países compiten por una mejor posición en el Producto Mundial Bruto (PMB), es decir, el valor total
de la riqueza producida por la sociedad planetaria.
La
sustentabilidad como marco para la educación ambiental
Independientemente de las
diferencias en la forma de entender lo que es la sustentabilidad, los
educadores ambientales deben considerar las dimensiones siguientes (además de
otras que serán abordadas en un apartado posterior):
a) ecológica, se relaciona
con la preocupación por los ecosistemas y la garantía de mantener en el largo
plazo la base material en la que se sustentan las sociedades humanas; b)
económica, que implica asegurar tanto las oportunidades laborales, en un
contexto de equidad, para los miembros de una sociedad, como el flujo de bienes
y servicios que satisfagan las necesidades definidas por ésta; c) política, que
se refiere, en términos de Guimaraes (1994), en el plano micro, a la
democratización de la sociedad, y en el plano macro, a la democratización del
Estado, y a la necesidad de construir ciudadanía y buscar garantizar la
incorporación plena de las personas a los procesos de desarrollo.
Como señala Barkin
(2001), la sustentabilidad es una lucha por la diversidad en todas sus
dimensiones, lo que significa que en el mismo grado de preocupación por
proteger la diversidad biológica, la educación ambiental para la
sustentabilidad debe procurar intencionadamente la protección de la pluralidad
política e ideológica en las sociedades modernas, y abrirle cauces para que se
exprese, no sólo en las tribunas públicas donde se realiza el debate social,
sino en los espacios de participación cívica.
Actuales
tendencias de cambio en la educación ambiental para la sustentabilidad
Hay consenso entre los
actores sociales involucrados en el campo de la educación ambiental para la
sustentabilidad de que ésta no posee aún un cuerpo teórico consolidado.
Esta
debilidad puede explicarse por varios factores:
a) la corta trayectoria de esta
tendencia educativa, que apenas tiene alrededor de 30 años.
b) la muy reciente identidad
y despunte de la investigación en educación ambiental.
c) la predominancia de esfuerzos
prácticos, no sólo extracurriculares, sino en muchos casos anti-intelectuales.
d) la preponderante presencia en el surgimiento y desarrollo del campo de
profesionales de las ciencias naturales que, a pesar de sus muchos aportes
brindados, no tenían como prioridad el fortalecimiento teórico-filosófico y
pedagógico de la educación ambiental.
e) la confluencia. De varias
disciplinas para la construcción del campo, que genera una tendencia hacia
paradigmas complejos, cuyo establecimiento tampoco tiene la suficiente madurez,
dada su escasa tradición teórica y epistemológica.
El
término: educación ambiental para la sustentabilidad
La educación, como
fundamento de la sustentabilidad, se reafirmó en la Cumbre de Johannesburgo
mediante un compromiso plasmado en el Capítulo 36 de la Agenda 21 de la Cumbre
de Río, realizada en 1992.
Dimensiones
y planos a profundizar en la educación ambiental para la sustentabilidad
La literatura sobre
educación ambiental ha venido planteando que el añadido de temas ecológicos en
los currícula de la educación formal, no formal e informal es una de las
maneras de empobrecer la perspectiva de esta tendencia educativa. En este
sentido, se ha señalado que la educación ambiental para la sustentabilidad
interviene en distintas dimensiones y planos que se vinculan con lo
específicamente educativo.
La
dimensión comunicativa-educativa ambiental
Hasta ahora los procesos de
comunicación educativa ambiental han sido poco abordados desde una perspectiva
teórica, y más bien se les ha dado un carácter meramente instrumental,
especialmente referido al manejo de medios, producción indispensable ahondar en
este campo para enriquecer el cuerpo conceptual dela comunicación educativa
para lograr un proceso cognoscitivo real en el individuo que apueste a cambios
de actitud.
El
contexto de la comunicación en las reuniones de educación ambiental
Para contextualizar la
comunicación en un significado amplio y con ello analizar la trayectoria de la
educación ambiental respecto de sus demandas a la comunicación, sus alcances,
límites y retos, se propone entender la comunicación, en primer término, como
un proceso que relaciona a dos o más sujetos permitiendo la producción en común
de sentido de acuerdo a reglas convencionales en un contexto sociocultural determinado
donde se construye como práctica de significación (Fuentes y Luna, 1984).
Entonces, en primera
instancia “comunicar” significa compartir, establecer cierta participación en
común con alguien (Schramm, 1987). En segunda instancia, la comunicación tiene
un carácter colectivo, que ordena u organiza la relación entre los sujetos de
una sociedad. En este sentido, la comunicación establece una relación
eminentemente humana, que hace uso de determinados medios, canales, códigos
para el entendimiento, del consenso, del disenso... de la formación de marcos
de decisión, de opinión y de interés.
Relación
entre comunicación, educación y organización
Como se ha dicho, en todo
proceso educativo la comunicación juega un papel múltiple que pone de
manifiesto una forma, un concepto y una teoría de la comunicación que determina
de manera general:
·
Las relaciones entre los sujetos del proceso
educativo.
·
La producción de mensajes y los medios y
canales de los cuales se utilizan.
·
La forma de construir o acceder al conocimiento.
Es decir, la significación de los mensajes de la realidad a conocer y a
recrear.
·
El papel transformador de la cultura en
colectividades, al generar una nueva lectura de la realidad y una nueva forma
de relacionarse con ella.
CAPÍTULO
2. LEGISLACIÓN EN EDUCACIÓN AMBIENTAL
Consideraciones
generales acerca del marco legislativo de la educación ambiental en México
El derecho a un medio
ambiente adecuado alcanza su máxima expresión cuando los mecanismos para su
aplicación operan, con lo cual se hace realidad el postulado de la norma y con
ello se obtienen los beneficios de sus fines. Sin embargo, garantizar el
derecho a un ambiente sano, que impulse las posibilidades de desarrollo social
y realización individual, no es tarea fácil, ya que no basta con la estructura
normativa e institucional, elementos que emanan directamente de aspectos
jurídicos.
Antecedentes
y avances del marco legal de la educación ambiental en México
En el país existe una
tendencia histórica a ubicar a la educación ambiental, principalmente, dentro del sector ambiental;
es decir, la mayor parte de las referencias legales sobre EA se encuentran en
la LEGEEPA, y en menor proporción en la Ley General de Educación. En este marco
resulta lógico que el proceso de institucionalización de este campo se iniciara
con la creación, en 1983, de la Dirección de Educación Ambiental de la Sedue, a
partir de la cual se ha desenvuelto como un campo emergente muy influenciado
por la educación no formal. En consecuencia, el sistema educativo nacional se
ha sentido débilmente interpelado para incorporar la EA en la currícula de los
distintos niveles educativos.
Aspectos
jurídicos a considerar para el futuro
Para que el marco jurídico
pueda promover la educación ambiental y fundamentar la sustentabilidad se
requiere una revisión conceptual que permita determinar claramente el objeto a
regular y la finalidad que se persigue. Esta tarea no es fácil debido a que
existen tantos conceptos de educación ambiental como leyes relacionadas con
ella. Por ello, a continuación, de manera muy breve, se presenta una revisión
de algunas ideas consideradas claves para la legislación en educación ambiental
para la sustentabilidad.
La EAS permite comprender
las relaciones entre los sistemas naturales y sociales, así como conseguir una
percepción clara de la importancia de los factores socioculturales en la
génesis de los problemas ambientales. Esto tiene estrecha relación con las
prácticas en la toma de decisiones, y en la propia elaboración de un código de
comportamiento con respecto al fomento de la calidad del medio ambiental.
Los
principios contenidos en los compromisos internacionales asumidos por México
Los tratados e instrumentos
globales que deben considerarse para nutrir la política nacional de educación
ambiental para la sustentabilidad son, entre otros, los siguientes:
·
Seguridad alimentaria: Declaración de Roma
sobre la Seguridad Alimentaria Mundial y Plan de Acción de la Cumbre Mundial
sobre la Alimentación.
·
Biodiversidad (flora y fauna): Convención
para la Protección de la Flora, Fauna y de las Bellezas Escénicas Naturales; Convención sobre los Humedales de Importancia
Internacional (Ramsar); Protocolo que modifica la Convención sobre la
Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres; Convención
sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora
y Fauna Silvestres, y Convenio sobre la Diversidad Biológica.
·
Comercio e industria (economía): Acuerdo
General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT 1994); Acuerdo por el que se Establece la
Organización Mundial del Comercio; Convención de la Organización de Cooperación
y Desarrollo Económicos (OCDE); Decisión sobre el Comercio de Servicios y el
Medio Ambiente; Informe (1996) del Comité de Comercio y Medio Ambiente; Informe
(1997) del Comité de Comercio y Medio Ambiente; Convenio para un Consenso
Mundial respecto a la Ordenación, la Conservación y el Desarrollo Sostenible de
los Bosques de Todo Tipo.
·
Materiales y residuos peligrosos (medio
ambiente): Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y
su Eliminación.
·
Patrimonio cultural y natural: Decreto de
Promulgación del Convenio para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y
Natural adoptado en París el 23 de noviembre de 1972.
·
Atmósfera (medio ambiente): México ha firmado
el Acuerdo de Kioto, para colaborar con los programas de Capa de ozono y Cambio climático.
·
Medio ambiente y desarrollo sostenible: Acta
final de la Conferencia de Plenipotenciarios sobre el Convenio sobre el
Procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo Aplicable a ciertos
Plaguicidas y Productos Químicos Peligrosos; Objeto de Comercio Internacional;
Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano,
Cumbre de la Tierra, Río 1992.
·
Social: Cumbre Mundial sobre Desarrollo
Social.
CAPITULO 3 EDUCACIÓN BÁSICA.
La
Secretaría de Educación Pública (SEP) se propuso desde la década de los años 70
como una de sus metas prioritarias el fortalecimiento de diversas acciones trascendentales
para promover la apreciación, el conocimiento y la conservación del ambiente, 2
tanto en la educación básica (preescolar, primaria y secundaria).
CAPITULO 4 EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR
La
incorporación de la educación ambiental para la sustentabilidad en los planes y
programas de estudio ha sido un proceso gradual que se relaciona con tres
ámbitos principalmente: legislativo, administrativo y de planeación, a partir de
los cuales puede plantearse la política ambiental en México.
En
el marco de las recomendaciones del Programa para Alcanzar la Modernización
Educativa
1989-1994 se estableció una serie de estrategias para incorporar la educación ambiental
en los planes y programas de estudio de los diferentes sistemas y subsistemas
de este nivel educativo. Con ellas se buscaba enfrentar las resistencias al
interior de cada una de las estructuras académicas, y modificar las inercias,
la organización, las costumbres, y los valores asociados con el espacio
institución.
CAPITULO 5 EDUCACIÓN SUPERIOR
En este apartado se aborda el análisis de algunos rasgos
indicativos de las respuestas del sistema de educación superior (SES) a las
exigencias ambientales del país. La educación ambiental para la
sustentabilidad, como orientadora del quehacer educativo, en la perspectiva de
una nueva cultura en distintos ámbitos de la sociedad, adquiere un doble
significado en el contexto de la educación superior.
En un sentido restringido, alude a la tarea de enseñanza,
esto es, a los procesos de formación ambiental2 realizados en los diferentes
niveles, modalidades y áreas profesionales del sistema, pero en un sentido
amplio, incluye además lo relativo a la tarea de investigación, o sea, a los
procesos de generación de conocimientos en sus distintos alcances (básico,
aplicado y de desarrollo e innovación tecnológica) en las distintas áreas y
ramas del saber. De igual manera, se incluyen las tareas de divulgación,
difusión y extensión de la cultura. En este documento partimos de la
perspectiva de la educación ambiental para la sustentabilidad en un sentido
amplio, a fin de abordar las diferentes y múltiples aristas constitutivas de
las instituciones de educación superior (IES).
CAPITULO
6 LA INVESTIGACIÓN EN EDUCACIÓN AMBIENTAL
En nuestro país, a pesar de su crecimiento, la
investigación en educación ambiental (IEA) presenta diversos problemas y rezagos,
como procesos de producción no delimitados, trastrocamiento entre la práctica y
la investigación, difusión limitada de los resultados y productos, falta de
reconocimiento social, inexistencia de una estrategia de formación que acredite
a los investigadores de este campo, en el marco de un amplio debate respecto de
su necesidad, pertinencia, identidad,
perspectivas, objetivos, metodologías, entre otros. Sin embargo, los logros
alcanzados se han constituido como un elemento central para la consolidación
del campo de la educación ambiental. Si bien el camino de la IEA ha sido largo,
hoy día se reconocen avances notables, por lo que su inclusión en la Estrategia
de educación ambiental para la sustentabilidad resulta relevante.
La complejidad de la IEA no es producto sólo de
situaciones internas; también refleja lo sucedido en el campo más amplio de la
educación ambiental, tema abordado en el marco teórico del presente documento.
En este sentido, el debate conceptual, político, paradigmático y práctico de la
educación ambiental enmarca el sentido y la orientación de la propia
investigación, al definir los temas a investigar, enfoques, prioridades,
metodologías y resultados en un proceso continuo, característico de la dinámica
educativa.
CAPITULO
7 EDUCACIÓN AMBIENTAL NO FORMAL URBANA
La educación ambiental no formal urbana, constituye una
de las modalidades de este campo pedagógico que ha tenido un mayor crecimiento
en los últimos años, lo cual es resultado de diversos factores, entre los que
destacan:
Como consecuencia de estos factores, en la actualidad se
observa una oferta creciente de proyectos de educación ambiental urbana, que no
obstante su diversidad presenta interesantes coincidencias en cuanto a los
problemas ambientales atendidos y los enfoques prevalecientes.
Las fechas que se conmemoran con mayor frecuencia en
México, con las adecuaciones inherentes a las características ecológicas derivadas
de la ubicación de los centros urbanos en las distintas regiones del país, son:
·
Día Internacional de los Humedales. 2 de
febrero.
·
Día Mundial del Agua. 22 de marzo.
·
Día de la Tierra. 22 de abril.
·
Día Mundial del Medio Ambiente. 5 de junio.
·
Día Mundial de la Lucha contra la
Desertificación y la Sequía. 17 de junio.
·
Día del Árbol. 2do. jueves de julio.
·
Día Mundial del Hábitat. 1º de octubre.
·
Día Nacional de la Conservación. 27 de
noviembre
El calendario cívico y vacacional hace que prácticamente
pase inadvertida la celebración de algunas fechas, como el Día Mundial de la
Preservación de la Capa de Ozono, que se conmemora el 16 de septiembre o el Día
Mundial de la
Diversidad Biológica, que se celebra el 29 de diciembre.
CAPITULO
8 EDUCACIÓN AMBIENTAL NO FORMAL EN EL MEDIO RURAL
La EANFMR no es una forma de organizar la enseñanza que
sea homogénea en sus enfoques y propuestas operativas, a excepción de compartir
la misión general de educar para el cuidado de la naturaleza y de hacerlo de
manera desescolarizada.
La EANFMR es una modalidad que comprende todos los
esfuerzos sistemáticos de sensibilización, formación y capacitación ambiental
relacionados con las actividades de los habitantes rurales en sus espacios
cotidianos. De manera complementaria, la EANFMR incluye los programas que
tienen como fin educar ambientalmente a la población, escolar y no escolar, para
el cuidado de la naturaleza, conviviendo con ella en experiencias educativas. En
ese sentido, la
EANFMR comprende los planes, programas y proyectos que se
realizan en centros culturales ambientales.
Organismos
gubernamentales
En la década de los años 80 se inicia el registro de la
intervención de esta clase de organismos en programas de EANFMR.4 La Secretaría
de Salud y la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue) fueron pioneras.
En los años 90 se fortalece la EANFMR con la participación del Consejo Nacional
de Población (Conapo), el Instituto Nacional Indigenista (INI) y el Instituto
Nacional para la Educación de los Adultos.
CAPITULO
9 DIVULGACIÓN DE LA CIENCIA, COMUNICACIÓN Y EL PERIODISMO AMBIENTAL
El presente apartado se encarga de tres temas de gran
importancia en el campo de la educación ambiental para la sustentabilidad: la
divulgación de la ciencia, la comunicación y el periodismo. El concepto de cada
uno de los tres rebasa con mucho el carácter de meras herramientas que con
frecuencia se les atribuye.
Las conexiones entre educar, comunicar y divulgar son
estrechas y pueden llegar a ser vitales en los procesos pedagógicos de la
educación ambiental.
CAPÍTULO
10 MISION, VISION Y OBJETIVOS ESTRATÉGICOS
Misión
Desarrollar políticas públicas en materia de educación
ambiental para la sustentabilidad, tanto en el plano nacional como local, que
favorezcan la construcción de una cultura ambiental, el incremento en la calidad
de vida de la población, el fortalecimiento de la ciudadanía y de las múltiples
identidades culturales del país, y la protección de los ecosistemas y su
biodiversidad.
Valores
La misión tiene sentido en el marco de una ética
ambiental que considera un repertorio de valores humanos, entre los que destacan
los siguientes, sin menoscabo de otros que aporten a la sustentabilidad:
·
Respeto a la vida en todas sus
manifestaciones, especies y ciclos naturales.
·
Equidad y solidaridad (justicia social y
económica, corresponsabilidad, compromiso con los pobres).
·
Respeto a la diversidad humana (tolerancia a
las diferencias, colaboración, observancia de los derechos humanos).
Visión
En México, en el año 2014, la educación ambiental para la
sustentabilidad es una política pública, construida con amplia participación
social, en los ámbitos de gobierno federal, estatal y municipal, que se
manifiesta de manera transversal en los quehaceres sociales y es un elemento
estratégico en el Plan Nacional de Desarrollo, en el Programa Nacional de
Educación y en el de Medio Ambiente, así como en los programas sectoriales
nacionales y estatales, en especial los de medio ambiente, educación y
desarrollo.
Existe una estrategia nacional en operación con impactos
sociales y ambientales que favorecen un cambio cultural impulsado por una
sociedad activa que diseña y ejecuta programas y proyectos consolidados,
fundamentados en una institucionalidad fuerte, en una ciudadanía crítica y
participativa, en la incorporación de la educación ambiental para la
sustentabilidad en todos los niveles educativos, en una amplia y sólida oferta
de formación de educadores y de promotores, así como en la investigación y
divulgación científica y la revaloración de los saberes tradicionales.
Objetivos Estratégicos
Se consideran los siguientes objetivos estratégicos, los
cuales tienen su sentido en la misión y procuran, por lo tanto, contribuir a su
cumplimiento:
1. Consolidar la educación ambiental para la
sustentabilidad como una política pública fundamentada en una legislación,
tanto específica, como transversal, a otros campos relacionados; en una
institucionalidad sólida, gubernamental y civil; y en recursos financieros
significativos para la realización de programas y proyectos relevantes que
tengan como fin la construcción de una cultura ambiental en el país.
2. Conformar una amplia oferta de formación ambiental que
permita al país y a sus distintas regiones contar con docentes, educadores y
promotores ambientales y recursos humanos estratégicos y operativos,
profesionalizados, capaces de responder a las demandas que en materia de EAS
plantee la construcción de la sustentabilidad y de una ciudadanía crítica,
propositiva y activa en los ámbitos nacional, estatal, municipal y local.
3. Contar con marcos jurídicos e instituciones
nacionales, regionales y locales responsables del desarrollo de la educación
ambiental para la sustentabilidad, y con mecanismos de concertación,
coordinación y cooperación interinstitucionales e intersectoriales capaces de
operar las políticas públicas definidas en este campo educativo.
4. Consolidar el campo de conocimiento en materia de EAS
a través de programas de sistematización y evaluación de las prácticas, de
impulso a las innovaciones educativas, de formación de investigadores, de
mecanismos de articulación, comunicación, difusión e intercambio de
experiencias entre los educadores y promotores ambientales.
CAPITULO 11 ANÁLISIS DE LA FORTALEZAS, OPORTUNIDADES, DEBILIDADES Y AMENAZAS DE LA
EDUCACIÓN AMBIENTAL PARA LA SUSTENTABILIDAD
Acontinuación se incluye el análisis de fortalezas,
oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) realizado como parte del proceso
seguido para la elaboración de la presente Estrategia. Cabe destacar al
respecto que las ideas contenidas en este análisis se han organizado, con las
limitaciones que esto implica, en función de los asuntos estratégicos definidos
como ejes para esta Estrategia.
Los documentos revisados, los foros de consulta y las
opiniones de los expertos señalan, obviamente, otras muchas fortalezas,
oportunidades, debilidades y amenazas en el campo de la educación ambiental
para la sustentabilidad, pero aquí se han incluido solamente aquellas que
abonan de manera directa a darle contexto a las propuestas que componen las
líneas de acción, las metas y las acciones cruciales, elementos que se incluyen
en el siguiente capítulo.
CAPITULO 12 PLANEACIÓN ESTRATÉGICA
En función del diagnóstico realizado, de la misión, de la
visión y del análisis
FODA, se definieron cuatro asuntos estratégicos, es
decir, asuntos que inciden en todas las modalidades de educación y comunicación
ambiental que se abordan en los capítulos de diagnóstico de la EAS y que
requieren una atención prioritaria para que el campo de la EAS no pierda las
posiciones ganadas, entre en decadencia o se haga irrelevante en el conjunto de
los esfuerzos educativos y en el proceso de construcción de la sustentabilidad
en el país. Así mismo, para cada uno de los cuatro asuntos estratégicos se
definieron las líneas de acción que deben considerarse, los objetivos y las
acciones cruciales centrales a realizar. Cabe destacar que este capítulo no fue
elaborado desde el principio de exhaustividad, sino que se han incluido sólo
aquellas ideas que los foros de consulta, los expertos y los documentos
revisados plantean como centrales o prioritarios; en este sentido, por ejemplo,
las acciones cruciales propuestas son las que lograron mayor nivel de consenso,
y son sólo algunas de las muchas que pueden proponerse para fortalecer el
campo.
CAPITULO
13 OPERACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE EDUCACIÓN AMBIENTAL
Para el establecimiento y consecución de la misión, los
objetivos y las metas de la Estrategia de educación ambiental para la
sustentabilidad en México es necesario considerar algunos puntos de partida que
establecen los acuerdos básicos de operación, derivados del proceso de consulta
a la comunidad de educadores ambientales en el país.
REFERENCIA:
http://www.semarnat.gob.mx/sites/default/files/documentos/educacionambiental/publicaciones/Estrategia%20de%20Educaci%C3%B3n%20Ambiental%20para%20la%20Sustentabilidad%20-%20SEMARNAT%202006.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario